martes, 18 de octubre de 2011

Que es la biblia

 

La Biblia es la Palabra de Dios. Dios es Cristo. La Palabra de Dios es Cristo. Cristo es el Verbo. En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios. Juan 1:1 
Cristo es la manifestación de la Palabra. Y aquel Verbo fue hecho carne,  y habitó entre nosotros  (y vimos su gloria,  gloria como del unigénito del Padre),  lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 
Cristo es la Palabra viviente. En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,  a quien constituyó heredero de todo,  y por quien asimismo hizo el universo; Hebreos 1:2  El cual,  siendo el resplandor de su gloria,  y la imagen misma de su sustancia,  y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,  habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo,  se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:3 
Los cristianos somos la Palabra viviente. Ustedes mismos son la única carta de recomendación que necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y pueden leer. 2 Corintios 3:2  Y se ve claramente que ustedes son una carta escrita por Cristo mismo y entregada por nosotros; una carta que no ha sido escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; una carta que no ha sido grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos. 2 Corintios 3:3 
La Biblia es el libro más importante que jamás se ha escrito. El único que muestra la salvación y puede transformar vidas.

La Biblia es la herramienta más importante para el cristiano. (Labrar)

La Biblia es el Testamento de Dios Padre para sus hijos. (Derechos Legales)

Es el Manual del fabricante. (Eficiencia)

Es perfecta. (No tiene contradicciones)
Es poder. (Restauración Autoridad y señorío).
La Palabra es el Arma más poderosa. (Espada)
Es el alimento espiritual.  (Mana del cielo)  La Biblia es la Palabra, la Palabra es Dios, Cristo es Dios. (Juan 1)


COMO ES COMPARADA LA BIBLIA
Pan. La Palabra de Dios es el alimento para el espíritu. Este es el pan que desciende del cielo,  para que el que de él come,  no muera. Juan 6:50  Yo soy el pan vivo que descendió del cielo;  si alguno comiere de este pan,  vivirá para siempre;  y el pan que yo daré es mi carne,  la cual yo daré por la vida del mundo. Juan 6:51 
Fuego. La Palabra de Dios nos purifica como a la plata y al oro. ¿No es mi palabra como fuego,  dice Jehová.  Jeremías 23:29  
Luz. Para ver el camino y poder andar seguros. Lámpara es a mis pies tu palabra,  Y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105 

Leche. En el principio de la vida espiritual necesitamos los fundamentos bíblicos para ser estructurados. Desead,  como niños recién nacidos,  la leche espiritual no adulterada,  para que por ella crezcáis para salvación. 1 Pedro 2:2 

Miel. La Palabra de Dios es dulce a nuestro paladar. El temor de Jehová es limpio,  que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad,  todos justos. Salmos 19:9  Deseables son más que el oro,  y más que mucho oro afinado;  Y dulces más que miel,  y que la que destila del panal. Salmos 19:10 

Oro. La Palabra es más valiosa que todo el oro. El temor de Jehová es limpio,  que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad,  todos justos. Salmos 19:9  Deseables son más que el oro,  y más que mucho oro afinado. Salmos 19:10 

Espejo. En la Palabra nos podemos ver como realmente somos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,  éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Santiago 1:23  Porque él se considera a sí mismo,  y se va,  y luego olvida cómo era. Santiago 1:24 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley,  la de la libertad,  y persevera en ella,  no siendo oidor olvidadizo,  sino hacedor de la obra,  éste será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:25 

Martillo. La Palabra puede quebrantar el corazón más duro. ¿No es mi palabra…,  dice Jehová,  como martillo que quebranta la piedra? Jeremías 23:29  

Espada. La Palabra es la mayor arma para la ofensiva. Y tomad el yelmo de la salvación,  y la espada del Espíritu,  que es la palabra de Dios. Efesios 6:17 
Semilla. La Palabra es la semilla de Dios implantada en nosotros para hacernos nacer de nuevo, para crecer y dar mucho fruto. Siendo renacidos,  no de simiente corruptible,  sino de incorruptible,  por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:23 

La Biblia, Palabra de Dios es uno de los más grandes regalos que Dios jamás le ha dado a la humanidad. La Biblia es nuestro testamento legal hereditario donde están plasmadas numerosas bendiciones para nosotros. Así como la semilla tiene el potencial de la vida vegetal, la Palabra de Dios tiene el potencial para impartir vida eterna. Esta es la razón por la cual la Palabra de Dios también se conoce como la Palabra de Vida. Es la semilla a través de la cual uno nace de nuevo, puede crecer y dar fruto. Tu eres buena tierra para la semilla de Dios.

Jesucristo el Señor y Rey de reyes.


Un líder como Jesús.

Hacer las cosas que expresen amor como principio de liderazgo requiere sabiduría, paciencia, valor, sacrificio, y trabajo arduo. El mejor modelo a seguir de liderazgo de todos los tiempos. El liderazgo de servicio honra a Dios y sus mandamientos, y pone en acción el amor de Jesús.

Cuando a Jesús le preguntaron cuál era el mandamiento más grande, respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 21:37-39). Hay una pregunta antigua pero aún muy provocativa que cada seguidor de Cristo debería responder con toda responsabilidad: "Si ser cristiano fuera un crimen, ¿habría en mi vida suficiente evidencia como para ser declarado culpable?" En otras palabras, ¿lo que usted dice que cree hace diferencia notable en su forma de vivir? Liderazgo de servicio es una expresión concreta del compromiso diario de vivir La Palabra de Dios y la voluntad de Dios y, por lo tanto, avanzar en el reino de Dios.

El liderazgo de servicio pone en acción el amor de Jesús.

Al considerar lo que significa guiar como Jesús, hemos tratado de echar luz sobre algunos de los secretos del liderazgo de servicio a través de observar a Aquel que vivió una vida perfecta: Cristo Jesús. En su preparación y en la efectividad y compromiso de su liderazgo hemos buscado sabiduría y perspectiva. Hemos sacado lecciones clave sobre cómo balancear resultados y personas en el cumplimiento de nuestras misiones individuales como discípulos modernos de Jesús. La verdad que domina el concepto de guiar como Jesús, es que solo podrá hacerse en la medida en que se camine más y más cerca de Él en una relación rendida de confianza y amor. Es en y a través de esta puerta estrecha que todo el que quiera guiar como Jesús debe pasar, creyendo en su amor perdurable y aceptando el llamado para seguirlo. Como hemos dicho, guiar como Jesús es, en esencia, aprender a amar como Jesús. Cuando Jesús restauró a Pedro al papel de liderazgo que habría de desempeñar entre sus seguidores, solo tuvo para él una pregunta calificadora: "¿En verdad me amas?" El tema de la instrucción de Jesús era: "Apacienta mis corderos... Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas" (Juan 21:1517).

La nuestra es una relación de amor con nuestro Padre celestial. Está basada en su amor incondicional hacia nosotros según lo expresó a través de su Hijo. Es una relación en la cual somos llamados a amarnos unos a otros: a nuestro prójimo, a nuestros enemigos. Guiar como Jesús es siempre tratar de hacerlo motivado por el amor cuando aprovechamos nuestra influencia sobre los pensamientos, el comportamiento y el desarrollo de los demás. Esto pudiera parecer un modelo impracticable e imposible de adoptar en vidas vividas en constante movimiento y con decisiones interminable de valores tomadas día a día. ¡Pero eso es, exactamente, a lo que hemos sido llamados a hacer! Incluso si derrotamos a los demonios del orgullo y del temor buscando servir en lugar de que nos sirvan, todavía enfrentamos la pregunta: "Cuál es la cosa de más grande que puedo hacer en este momento de mi liderazgo, mientras trato de guiar como Jesús?  Hacer las cosas que expresen amor como principio de liderazgo requiere sabiduría, paciencia, valor, sacrificio y trabajo arduo. Pero si no podemos describirlo en términos conductuales, tampoco podremos medir nuestros éxitos y nuestros fracasos en forma significativa.

Al nivel de la conducta, las cosas que expresan amor varían ampliamente del hacer y hablar, al abstenerse de actuar y guardar silencio. En cuanto a intenciones se trata, el amor deberá ser una constante siempre presente. Jesús nos dejó un vasto tesoro de ejemplos de lo que significa actuar motivado por el amor, como guía. Piense en lo siguiente: Jesús sanó con un simple toque. Consoló con solo una palabra. Alimentó al hambriento. Consoló al equivocado y al derrotado. Se acongojó con los afligidos. Calmó al aterrorizado. Confrontó la falsedad y habló la verdad. Escuchó con compasión y discernimiento. Dedicó tiempo al débil y al desamparado. Fue a la cruz por todos nosotros.

En su Comentario a la Epístola a los Gálatas, Jerónimo, el historiador de la iglesia del siglo I, escribió lo siguiente acerca del apóstol Juan: "Cuando se quedó en Éfeso hasta una ancianidad extrema, y solo podía ir a la iglesia cuando sus discípulos lo llevaban en brazos, y era incapaz de articular muchas palabras, acostumbraba decir en sus varias reuniones nada más que esto: “Hijitos, ámense unos a otros”. A la larga, los discípulos y padres que lo escuchaban se cansaron de oír siempre las mismas palabras por lo que le dijeron: “Maestro, ¿por qué no para de decirnos siempre lo mismo?” “Es el mandato del Señor”, fue su réplica, “y si solo hacen eso, será suficiente”.

El liderazgo de servicio muestra a Jesús a otros

Cuando Pedro habló a la siguiente generación de dirigentes de la iglesia, insistió, diciendo: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey"(1 Pedro 5:2 3). No hay un plan B dado por Jesús a sus primeros discípulos ni a los modernos del día presente, en cuanto a cómo tenían que guiar y servir los unos a los otros. Él se sometió a la voluntad de su Padre para llevar a cabo completamente su única función como el cordero sacrificial por los pecados del mundo, y para ser el modelo perfecto para ser reproducido en las vidas de sus seguidores como un testimonio al mundo entero. En la medida que vivimos diariamente en relación con los demás, cada decisión que hagamos para servir o para que nos sirvan adquiere una importancia adicional si nos mantenemos sensibles y conscientes de quién nos observa y a quién decimos que representamos. Vamos en el nombre de Jesús. Tomado del libro: Un líder como Jesús. Editorial Betania.